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viernes, 25 de febrero de 2011

Problemas con el alcohol

image Sin duda el alcohol es una amenaza en pleno siglo xxi, la gente se deja dominar por este mal, se refugian en él para olvidar problemas o simplemente por placer, terminando bajo las consecuencias que todos conocemos. La gente desconoce que son esclavos del demonio cuando hacen caso a esa voz que les dice que beban y beban.

Los problemas de Carlos con el alcohol empezaron cuando tenía 11 años de edad. Él y sus amigos se reunían en el bosque y jugaban a imitar a los héroes de las películas. Los personajes no eran reales pero las bebidas que tomaban sí.

Roberto, sin embargo, tenía 40 años cuando empezó a abusar de la bebida. Al principio tomaba una o dos copas por las noches, luego subió a cinco o seis y, con el tiempo, perdió la cuenta de cuántas consumía a lo largo del día.

Carlos tomó medidas al respecto, pero Roberto rechazó la ayuda que le ofrecían sus preocupados familiares y amigos. ¿Cuál fue el resultado?. Carlos vive para contar su experiencia, mientras que Roberto murió hace unos años en un accidente por conducir bajo los efectos del alcohol.

Algunos creen que bebiendo solos no hacen daño a nadie, pero se equivocan: sus excesos también afectan las vidas de quienes los rodean. En muchas ocasiones el maltrato físico y verbal, las agresiones, los asesinatos y los accidentes automovilísticos y laborales, así como numerosos problemas de salud, son consecuencia de la bebida. Lo cierto es que el uso del alcohol le cuesta a las naciones miles de millones de dólares al año, sin contar el costo personal y emocional para el individuo y su familia.

CONSECUENCIAS DEL ALCOHOLISMO:

image Nubla el juicio de la persona y le hace “pensar y decir tonterías”: (Proverbios 23:33). Carlos, mencionado anteriormente, lo explica de este modo: “El alcoholismo es una enfermedad que no sólo afecta el cuerpo; también afecta la forma de pensar y de actuar. Uno no ve el daño que les causa a los demás”.

Disminuye las inhibiciones: La Biblia dice: Vino y vino dulce son lo que quitan el buen motivo” (Oseas 4:11). Así es, bajo los efectos del alcohol pueden empezar a parecernos admisibles, o incluso tentadoras, ciertos deseos que solemos reprimir. Como resultado, es posible que restemos importancia a hacer lo que está bien, bajemos la guardia en cuestiones de moralidad y acabemos ofendiendo a Dios.

Un ejemplo común es el adulterio, pues muchos hombres y mujeres, que después de discutir con su cónyuge, salen a beber y se encuentran con alguien que les atrae demasiado, pero como en ese momento no están en su sano juicio, pueden caer en la tentación y pecan, arrepintiéndose muchas veces por lo que han hecho, pero demasiado tarde.

Hace perder el control de lo que se dice y se hace: “¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares? ¿De quién son los pleitos? ¿De quién las quejas?”, pregunta la Biblia. y entonces responde: “¡Del que no suelta la botella de vino ni deja de probar licores!” (proverbios 23:29, 30). Esa persona se sentirá “como aquel que anda mareado en medio del mar, como aquel que anda allá arriba en lo más alto del mástil (Proverbios23:34). Todavía peor un día despertará y dirá: “No sentí cuando me golpearon, me dieron una paliza y ni cuenta me di” (Proverbios 23:35).

Perjudica la salud: en proverbios 23:32 se nos advierte que el alcohol “al final muerde como serpiente y envenena como víbora”. Lo médicos han confirmado que, tal como indica este versículo, el alcohol puede actuar como veneno mortal. De hecho se sabe que provoca diversos tipos de cáncer, hepatitis alcohólica, cirrosis, pancreatitis, hipoglucemia en los diabéticos, síndrome de alcoholismo fetal, derrames cerebrales y fallos cardíacos, entre otros. A veces basta con pasarse de copas en una sola ocasión para entrar en coma o incluso morir.

Expone a la persona al mayor peligro de todos: Aún cuando uno no llegue al punto de emborracharse, beber de más pone en peligro su relación con Dios. El profeta Isaías exclama en la Biblia: “¡Ay de los que se levantan muy de mañana para buscar sólo licor embriagante, que se quedan hasta tarde en la oscuridad nocturna, de modo que el vino mismo los inflama!”. ¿Porqué se lamenta?. Porque conoce las consecuencias espirituales de esta conducta: “La actividad de Jehová no miran, y la obra de sus manos no han visto” (Isaías 5:11, 12).

Dios recomienda en su palabra que no seamos de: “los que beben vino en exceso” (Proverbios 23:20). Y a las mujeres de edad avanzada les p´reviene contra estar “esclavizadas a mucho vino” (Tito 2:3). Pero ¿porqué conviene ser cuidadoso?. Porque, por lo general, las personas, comienzan poco a poco a beber más cantidad y con más frecuencia. Casi sin darse cuenta, llegan al punto de acostarse pensando: “¿Cuándo despertaré para ir a buscar otro trago?” (Proverbios 23:35).

La Biblia también advierte que quienes se entregan a “excesos con vino, diversiones estrepitosas y partidas de beber, rendirán cuenta al que está listo para juzgar a los vivos y a los muertos” (1 Pedro 4:3, 5). Y Jesús, en una profecía relacionada con la llegada del día de Jehová Dios en nuestros tiempos, dijo: “Presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes” (Lucas 21: 34, 35).

RECOMENDACIÓN:

El alcohol es dañino para la salud y usted lo sabe muy bien. Tenga en cuenta que si toma una vez lo hará otra y otra vez, quizá también aumente la cantidad de bebida y de marcas de bebidas, pues últimamente se han incrementado las diversas marcas de bebidas alcohólicas en el mercado.

No se deje llevar por este engaño del diablo, que el Señor lo reprenda, manténgase fuerte y ore cada vez que se sienta tentado a probar este mal para su salud física y espiritual, recuerde que tiene familia y a la familia nunca le gusta ver que uno de sus miembros esté en situaciones miserables.

Y nunca olvide que la peor consecuencia del alcoholismo es la ruptura de su relación con Dios, pues este es un pecado grave y si usted muere siendo un borracho se irá directamente de cabeza para el infierno. Aleluya al Nombre del Señor Jesús.

Recuerde que Jehová nuestro Padre amoroso mandó a su único Hijo Nuestro Señor Jesucristo para salvarnos del pecado, el Señor no condena a nadie sino nosotros mismos nos condenamos con las porquerías que hacemos a diario.

Él es un Dios amoroso que no desea condenarlo, quiere que se salve.

Deje el alcohol, si es adicto, entréguese a Jesús y él lo libertará de su adicción para siempre. Si no lo es, ore cada ves que se vea tentado a consumir este mal mundial.

JESÚS ESTÁ VIVO Y SIGUE HACIENDO MILAGROS!!!!

ÉL VIENE PRONTO!!!!!

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